12/4/11

musica

La vida sin música te abre los ojos, los sentimientos no llegan a su climax y las nubes no lloran de la misma forma, se pierde el soñar despierto, se rompe el filtro y el mundo resulta ser como es; muros de obligaciones que impiden alcanzar la plenitud, que está atravezando esas paredes: en las montañas de iluciones y en los tres frutos prohibidos. Con melodias por lo menos, los sueños logran anestesiar el golpe de lo real. La pena de saber que no hay nada tras los muros. Las hojas secas, los grises algodones, los brazos delgados de madera, los suelos mojados, nada de esto seria igual. No hay sensibilidad sin sonidos y la música es el ruido de los sentidos, como el trueno para el cielo o como el choque de las rocas en un rio. No es leon si no ha rugido.

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